sábado, 10 de octubre de 2009

Mediodía y Yo : de Juan Segundo


El mar,la brisa
El cielo,la tierra
El tranquilo y salado
color de los mares.


Las gaviotas ,los mangrullos
y la playa
perfumada de lavanda
Y el agudo sonido de sus olas


Que refrescan
el silencioso mediodía
con el puro celeste
de mi vida.


El mar ,la brisa
El cielo ,la tierra
Y yo,
mirando pasar
aquella gaviota.
Sos ,
amplia luz que te espera
y un nuevo viento
barriendo las hojas
caídas de un árbol
que crece y que crece
delante de un sol.
Las lenguas trazando
Palabras surgiendo
Las noches, sin noches
oscurecen los días
Y ellos..
no son sin ellas.
La piel de un poeta
derrama su pulpa
un dios amuleto
y él
no lo sabe..
No hay dios sin creencia
sin luz y sin sombra
En la cúspide solemos
la muerte encontrar,dicen.
En la llano habitando
un árbol y un fruto
Enaltecido aquel hombre
al costado del arroyo
confundido en el respiro
de su ojo observador
La misma fusión lo alberga
lo funde en un solo acto
Y él
no lo sabe...
No hay secuencia mas divina
lo natural respeta por naturaleza
Y sin jactarse de natural
Algunos van
sin piel
sin miel
sin sed
por una escalera
Creciente y decreciente
abriendose en dos
el abismo.
Donde tambien a veces
debo cerrar mis ojos.

Poesía compartida


(algo que pensaba)



Distraigo el día
Para llegar a tu noche
Distraigo las horas
Para dormir en tus horas


( algo que decir)


Distraigo hasta la vaga
razón del pensamiento
La distraigo las veces
que elijo amarte luego.


Y te amo en el día
que pasa sin avisarme
Y te amo en la noche
que me dibuja entonces
envuelta en tu abrazo


(algo para creer)

Maneras de amarte
de mil maneras distintas
Trozo de lectura
y tu verbo
jugando en el mío.
Una caja que se abre
un puñal de tintas casi secas
La triste comedia alegra
Lo alegre espera a su tristeza.

Aquel que no sabe, sospecha
aquella que inerte, fecunda la duda.
y en la duda duerme casi desnuda
la eternidad

A la derecha y a la inversa
cae la moneda
turcen la mano
alzan el brazo y elevan

La suerte y el azar
y tantos otros nombres
dejan al hombre libre
de la carcel de su pensamiento?


Aquel planta una planta
El otro lo contempla absorto
Como si quisiera y no ser parte
Como si quisiera ser

Ella camina sola
Aquel que la mira recuerda
Que ha dejado de amar
no sabe que día



Una mujer sentada
Una mujer sentada sola en el piso
Estampada silueta en la pared
Extiende su mano



Con la brújula inquieta en su mano
Ladislao subió a la montaña
Lo siguen a pie
el sabio y la ignorancia



La gracia y el perdón
en la misma piedra
la propia vivencia
en la línea viva del otro.