viernes, 5 de diciembre de 2008

QUE ASÍ SEA.


La aclaración del verbo equivocado.
La mirada detrás del único ojo
por el foco del ojo ciego que despierta.
El brindis del abrazo matutino,
del gesto vital como respuesta.
La fiebre oculta de la culpa se evapora.
El laxo estado del dolor interno se adormece.
La carne viva de los miedos que se extirpan.
El hambre insistente del humilde se hace eco
trasformado en el pan suyo de cada día.
La languida parte que llevamos se dibuja,
en el firme resplandor de la conciencia.
El aparente estado de reposo se fusiona
con las redes más variables de la vida.
Se aproxima el viento necesario
a la barca de los hombres que escucharon
ese verso arrugado que los nombra
en el canto directo de sus sombras.
La ruta a los sentidos que se abre
otra vez por la costilla,la escultura
de barro ,arcilla y un creador
mama,ama y se derrama
por los siglos,de los siglos...